El populismo es una noción política que posibilita
el hacer referencia a los movimientos que niegan de los partidos políticos
tradicionales y que se muestran, ya sea en la práctica efectiva o en los
discursos combativos, frente a las clases dominantes. El populismo apela al
pueblo para construir su poder, entendiendo como pueblo las clases sociales
bajas y sin privilegios económicos o políticos. Es decir, es una filosofía
política que apela a impulsar los derechos y el poder del pueblo en su lucha
contra una élite privilegiada.
El populismo económico se fundamenta en el acercamiento de
la economía que enfatiza el crecimiento y en la redistribución del ingreso y
resta importancia a los riesgos de la inflación (lo que termina en un alza de
esta) y del financiamiento deficitario. Se caracteriza por las restricciones
externas y un alto proteccionismo comercial, además de políticas económicas
agresivas ajenas al mercado.
Históricamente el populismo estaba
localizado en América Latina, como podemos ver en las entradas de Getulio
Vargas y Perón, sin embargo en los últimos años se ha expandido mundialmente y,
hoy en día, podemos clasificar como populistas muchos gobiernos, un ejemplo es
Trump, pero también tenemos al frente nacional francés y alternativa por
Alemania, que se encuentran en Europa.
Lamentablemente, el populismo
como base de la política económica en diversas experiencias en América Latina,
también en Europa, siempre ha llevado a las economías al colapso sistémico, con
un costo de oportunidad extremadamente alto para las clases que supuestamente
buscaban proteger. Y es que el populismo se caracteriza por la aplicación de
políticas fuertemente expansivas del gasto público que terminan provocando
crisis cambiaria, hiperinflación, déficit fiscal, deterioro del salario real e
inestabilidad social. La explosiva combinación de factores exógenos
y endógenos en un entorno de populismo, conduce al sistema económico a fuertes
estrangulamientos y efectos muy nocivos, como hiperinflación, crisis monetaria,
cambiaria, fiscal y deterioro social, como sucede en Venezuela en la
actualidad. Cabe destacar que las políticas económicas populistas se
desarrollan plenamente en un sistema estatalista, donde el poder del Estado, en
todos los ámbitos, alcanza su máxima expresión.
Como el populismo tiene fines
políticos, y no de equilibrio macroeconómico real, es más importante “parecer”
que “ser”, por lo tanto las políticas económicas populistas son superficiales,
pues hacen expandir la demanda mientras destruyen las bases de la productividad
y la rentabilidad, al atacar a las empresas para, supuestamente, defender a los
trabajadores.
A continuación, ponemos un video muy interesante, en el que hay que dejar de lado la ideología de los participantes y centrarse en la teoría, y que creemos que explica de forma muy clara el populismo y todo lo relacionado a este concepto.
BIBLIOGRAFIA
https://www.americaeconomia.com/analisis-opinion/el-populismo-y-la-destruccion-de-la-economia
https://www.elmundo.es/economia/2016/12/26/58602b2022601d37678b460e.html
https://www.elmundo.es/economia/2018/10/08/5bba1fabe5fdea37298b4679.html
https://elpais.com/economia/2016/10/13/actualidad/1476381758_982942.html
https://elpais.com/internacional/2014/11/15/actualidad/1416083994_908806.html